(Para el catálogo de “la mirada del visitante”)
Y arroja el bastidor, y el oro arroja
Pedro Espinosa
El rosa es plano y tiene su fuente y da su gracia,
y da su sombra a un verde posado y luminoso.
Pintura que deshace su aroma en luz, hermoso
Cristal para un jardín sin siglo y sin acacia.
Aquí mantiene el pulso un sol que irrumpe hacia
La tela y la desdobla, se destina al reposo.
Lo puro es un estanque, sin más brillo que el poso
de un reflejo furtivo que el viento torvo sacia.
La cúpula, la calle, la sombra del bazar,
el brillo en la tetera y el azul ultramar,
la pérgola del tiempo dando su nota viva.
Pintura sola, rama del árbol pensativa
que tiembla condenada y al acrílico nace,
se eleva, se bifurca, se talla , se deshace…
Rafael Inglada
Poeta y Editor. / 2008